Las plantas con espinas son especies fascinantes que aportan una belleza rústica y única a los jardines. Estas plantas no solo tienen un atractivo visual distintivo, sino que también cumplen una función defensiva, protegiéndose de herbívoros y adaptándose a condiciones climáticas extremas. Son ideales para jardines con un estilo desértico, mediterráneo o incluso para aquellos que buscan plantas resistentes y de bajo mantenimiento.